Un no se qué en mi exterior,
miedo en mi interior,
y un beso que no llega cuando uno lo desea.
Desesperación, todo y nada gira alrededor,
pensamientos que no son dique de contención,
y la angustia brota, se hace una con mi cuerpo,
y las lágrimas caen por doquier.
Pensas y no paras de pensar en paz,
en cuándo será el maldito día que te puedas encontrar...
Lágrimas que chapotean, pensamientos que fluyen
y vos seguís así, queriendo saber, esperando un no se qué,
aguardando un milagro sin solo dar un paso,
lo cual es complicado, porque se sabe -está en el aire-: que nada de esto sería fácil, que nada es perfecto...
Pero la vida es vida y vale la pena intentar vivirla.
sábado, 25 de enero de 2014
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